Nanotubos de Carbono
Los nanotubos de carbono son moléculas tubulares de carbono, con propiedades que los hacen muy atractivos y potencialmente útiles para aplicaciones como componentes eléctricos y mecánicos extremadamente pequeños. Exhiben una dureza inusual, propiedades electrónicas únicas y son unos conductores de calor extremadamente eficientes. Las buenas propiedades eléctricas, mecánicas, y químicas de los nanotubos de carbono les hacen candidatos para fabricar dispositivos tales como transistores a escala nanométrica, pantallas de emisión de campo, actuadores, etc.
Investigadores del Rensselaer Polytechnic Institute, junto a un equipo internacional de colaboradores, han descubierto cómo soldar entre sí nanotubos de carbono. También se ha descubierto recientemente que las propiedades semiconductoras de los nanotubos de carbono cambian en presencia de campos magnéticos, un fenómeno único, y que podría causar su transformación en metales a incluso mayores valores de campo magnético
En el 2004 se crecieron nanotubos de carbono de unos 4 cm. de longitud, y recientemente se han visualizado por TEM los átomos de Carbono individuales de SWT, demostrado la capacidad de soldarlos uno a continuación de otro y también de crecerlos sobre sustratos metálicos
Nanoestructuras Semiconductoras
Existen dispositivos tipo diodo y transistor que tienen el potencial de operar en la escala de los nanómetros, a velocidades ultra altas y con una densidad ultra alta de circuitos. Algunos de estos dispositivos pueden ser especialmente útiles debido a sus inéditas características de "output", permitiendo realizar operaciones con menos componentes de los usuales. Esta clasificación englobaría: Resonant Tunneling Hot Electron Transistor RHET, Resonant Tunneling Bipolar Transistor RTBT, Quantum Effect Devices QED, ElectronWaveguide Devices, Quantum Well Modulation Base Transistors, Lateral Quantum Devices, Coulomb Blockade Devices, etc.
Estructuras de dimensiones nanoscópicas capaces de confinar electrones (incluso uno sólo) en niveles de energía discretos. Nanocristales de semiconductores muestran propiedades ópticas y electrónicas que dependen de su tamaño. Esto los hace extremadamente atractivos en aplicaciones como catálisis, celdas fotovoltaicas, láseres, transistores, etc
NEMS y MEMS
Una derivación actual de la tecnología microelectrónica es el desarrollo de MEMS (Micro-Electro-Mechanical-Systems) chips de silicio y otros materiales en los que se integran no sólo funciones de tipo electrónico convencional (microprocesadores) sino también nuevos elementos funcionales de todo tipo (microsensores, microactuadores, microfluídica, micromotores, microcomponentes ópticos) fabricados mediante técnicas litográficas y de micromecanización por ataque químico anisótropo, similares a las ya conocidas en microelectrónica. Este campo no ha hecho más que nacer y ya se prevé su evolución inmediata, a partir de un desarrollo natural de ingeniería (top-down) no sólo reduciendo aún más su escala sino introduciendo aspectos y procesos típicos de la nanotecnología para dar lugar a los denominados NEMS. En algunos de ellos, por ejemplo, se integran dispositivos nanomecánicos, en otros, utilizando técnicas litográficas o de auto-ensamblado de moléculas orgánicas complejas como proteínas o fragmentos de ADN se integran funciones de reconocimiento bioquímico o biosensores. Importantísimo y relacionado con este, es el campo de los Biochips o "DNA Microarrays" que se ha desarrollado ya enormemente, permitiendo la identificación rápida y económica de grandes sectores del genoma. Actualmente existen ya unas 30 empresas fabricando y comercializando estos "Genome arrays" capaces de identificar del orden de 10.000 fragmentos en un solo chip. Se cree que no está lejos el momento en que se pueda comercializar un chip personal que analice todo el genoma y permita obtener un informe detallado de los condicionantes genéticos más relevantes de cada persona.
Existen muchas otras aplicaciones de los biochips. Por ejemplo, los microarrays de proteínas que se están introduciendo en el campo de la investigación en proteómica, permiten cuantificar todas las proteínas expresadas en una célula. El marcado de los fragmentos que hasta hace poco tiempo se hacía mediante sustancias fluorescentes ha progresado enormemente mediante la adopción de una técnica procedente del campo de los semiconductores y la optoelectrónica: el marcado, casi un código de barras óptico, mediante nanopartículas de semiconductores, los llamados puntos cuánticos. Es un caso paradigmático de interacción interdisciplinar entre la bioquímica y la física cuántica que ha esultado extraordinariamente fructífero, pues estos nuevos marcadores son muy selectivos, estables y no interaccionan ni modifican químicamente las proteínas marcadas.
En este sentido, destacaría el campo de los NEMS actuados magnéticamente, con aplicaciones muy prometedoras en biotecnología, en instrumentación y en estudios fundamentales.
Interconectores
Uno de los principales retos en la fabricación de dispositivos nanoelectrónicos es la conexión entre diferentes componentes. Para esto hay varios candidatos (fig. 2 interconectores.jpg)
El factor limitante de la tecnología semiconductora actual se debe a la disipación de energía. Esta disipación se acelera a velocidades de conmutación elevadas. En nanoestrucuras metálicas, tamaño del orden de la longitud de onda electrónica (unos pocos Å) y longitud menor que el recorrido libre medio (distancia entre colisiones) el transporte es balístico. Esto quiere decir que los electrones no disipan energía en la nanoestructura. Dependiendo de los diseños nanoelectrónicos, y especialmente para la computación cuántica, es importante que se mantenga la coherencia electrónica, que el portador de carga no pierda memoria de su fase. El estado superconductor por ejemplo, es un estado coherente macroscópico, con innumerables aplicaciones hoy en día. Los diseños de circuitos nanoelectrónicos usarán estas propiedades para realizar operaciones de forma rápida y eficiente. Dentro de este campo cabría destacar los trabajos en las supramoléculas unidimensionales conductoras. Los polímeros metal-metal-haluro (MMX) demuestran interesantes propiedades eléctricas y magnéticas y se perfilan como una posible alternativa a los nanotubos de carbono
Espintrónica y nanoestructuras magnéticas
Los dispositivos activos actuales están basados todos, en mayor o menor medida, en la carga del electrón, que fue descubierto a finales del siglo XIX. Recientemente hemos aprendido a hacer uso selectivo de los dos canales de espín. El primer dispositivo espintrónico es el cabezal de lectura de información magnética basado en la magnetorresistencia gigante. El principio es la diferente tasa de dispersión (scattering) a que están sujetos los diferentes canales de espín. Esto hace que una orientación antiparalela de la imanación en las capas magnéticas presente un estado de resistencia alta, y que la orientación paralela presente un estado de resistencia baja. Estos dispositivos se encuentran en los cabezales de los discos duros y el descubrimiento del fenómeno ha merecido el premio Nobel de Física del año 2007 a Albert Fert y Peter Grunberg. En las tecnologías de grabación magnética se desarrollan esfuerzos considerables en medios con anisotropías oblicuas, en medios con la imanación perpendicular y en medios litografiados. Las memorias magnéticas basadas en las uniones túnel ferromagnéticas MRAM han llegado al mercado recientemente (Freescale (4 Mbit MRAM, en el 2006) NEC, Micromem...).
En España hay una excelente comunidad de investigación en magnetismo, trabajando en varios problemas fundamentales y aplicados en la escala nanométrica.
Dentro de este campo cabe destacar los esfuerzos que se están realizando en:
_ Inyección de espín polarizado
_ Válvulas de espín
_ Transistores de espín
_ Túnel de espín
_ Efectos dinámicos y de precesión
_ Propiedades de redes de nanoelementos magnéticos
_ Nanopartículas magnéticas
_ Magnetismo en sistemas no convencionales
_ Biomagnetismo
_ NEMS magnéticos
En este campo cabría destacar iniciativas como el Magnetic Race Track Memory, (S. Parkin et al. IBM) donde la información se graba en paredes magnéticas, un "viejo" empeño de la comunidad magnética (como la memoria de burbuja, bubble memories de los años 70) de crear memorias magnéticas en dispositivos sin partes mecánicas móviles.
Aún compitiendo con tecnologías variadas (materiales de cambio de fase, memorias Flash....) en términos de velocidad de acceso, capacidad de información, fiabilidad, etc., se augura un buen futuro para el disco duro. Para terminar, hay que destacar que este año se ha "inaugurado" oficialmente la era del terabyte, pudiéndose adquirir en el mercado discos duros de esta capacidad